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Innovación en la construcción: Académicos de la UTEM buscan reutilizar residuos de la agroindustria para crear aislantes térmicos

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

La académica explicó que debemos entender el impacto de la contaminación hoy en día.

Corontas de choclo, hongos y algas se transforman en bioproductos para la construcción. Así titula El Mercurio en su sección de innovación, un trabajo liderado por investigadores chilenos que buscan reutilizar residuos de la agroindustria para crear aislantes termoacústicos que igualan o superan las propiedades de los materiales tradicionales usados para construir viviendas.

En Ciudad Pauta, de Radio Pauta, conversamos con la académica de la Facultad de Ciencias de la Construcción y Ordenamiento Territorial de la UTEM, Suzanne Segeur sobre el proyecto de innovación que lidera  sobre biomateriales para la construcción.

Innovación en la construcción: Académicos de la UTEM buscan reutilizar residuos de la agroindustria para crear aislantes térmicos

La  arquitecta,  explicó el origen de este proyecto en particular: “algunos  alumnos se acercaron a mí en el tiempo que ellos estaban desarrollando su tesis, para poder apoyarlos  con la parte más técnica del trabajo”.

“Estaban interesados en investigar algo muy parecido a lo que yo investigo, que son biomateriales. Uno de ellos eran algas, otros de ellos eran micelios y en base a eso nos pusimos a trabajar con proyectos de innovación en un lugar de la universidad que se llama Hub de Innovación, donde participamos distintos investigadores de distintas expertise, dijo.

Y agregó que “empezamos a desarrollar lo que vendría a ser distintos materiales que pudieran biodegradarse de forma muy rápida, en  compostaje industrializado, pero  que de todas maneras se transformaran al final del ciclo de vida, en tierra.

Así, la académica afirmó que “en todo el mundo están trabajando en el desarrollo de biomateriales;  nosotros con el equipo empezamos con el apoyo de sus tesis de pregrado y después de eso, uno de los grupos postuló a fondos dentro de este hub de innovación para hacer lo que vendría a ser una pequeña empresa dentro de la universidad y en base a eso poder investigar un poco más en profundidad”.

Respecto de los nexos que han podido realizar con las industrias de la construcción y agrícola, la especialista comentó que “en los procesos de trabajo dentro de lo que es el Hub de Innovación, nos hemos contactado con lo que es la industria de la construcción y también nos hemos encontrado con la industria agrícola, y en base a las conversaciones con ellos, estamos tratando de hacer convenios para poder pasar a los pasos siguientes de elaboración de lo que vendría a ser prototipos a un nivel  más cercano a la realidad.

En relación a los  costos, dijo que “nosotros trabajamos con un producto que hoy día existe dentro de lo que es el ámbito de la construcción, por ejemplo en base a Micelio, encontramos varias empresas, su precio está alrededor de unos 20 dólares el metro cuadrado, comparativamente estamos hablando solamente del material de aislación térmica, comparativamente con un material como la lana mineral, la lana de vidrio que te cuesta entre cuatro y siete mil pesos el metro cuadrado”.

“El hecho de trabajar, por ejemplo, con desechos agroindustriales es justamente parte del proceso de decir, mira, bajemos los costos para que esto realmente pueda hacer un cambio”, acotó.

Respecto de la eficiencia energética a la hora de construir, explicó que “en las pruebas que nosotros hicimos previamente para llegar a donde estamos, un panel de micelio puede tener la misma aislación térmica sin ningún problema que un panel de poliestireno expandido y eso significa que nosotros fácilmente podemos generar una muy buena aislación térmica sin necesidad de elevar los costos dentro de una vivienda“.

En relación a la respuesta que un aislante de micelio puede tener frente a un incendio, explicó que “lo que más me gusta, porque siento que provoca un mayor impacto, es que la aislación de un panel de micelio es muy parecida a lo que vendría ser la aislación de un poliestireno expandido, pero a diferencia del panel de poliestireno expandido, el micelio se transforma en un carbón cuando uno lo somete a fuego y el panel de poliestireno expandido, la misma proporción, la misma prueba, es una gota  lo que quedó de ese panel”.

Entonces, ante un incendio, “un panel de micelio, es también un sistema orgánico que se quema muy parecido a la madera, y te va a dar mucho más tiempo de respuesta para, obviamente, sofocar ese incendio o para evacuar el recinto donde se está provocando y salvar, por supuesto, las vidas de las personas que habitan esos lugares”, precisó.

Respecto de las metas y desafíos establecidos al 2030,  en materia de emisiones que tiene  la industria de la construcción,  la académica explicó que ella cree que es “tratar de poner un grado de emergencia mayor, hacer entender a la industria de la construcción y a las personas también que habitamos  en estas viviendas, en estos edificios, que  debemos exigir un nivel distinto. Debemos entender qué es lo que significa para nosotros la contaminación hoy día.

Revisa la entrevista completa aquí: